Un poco de historia...
Uno de los postres más internacionalmente conocidos es la Crème Brûlée, parecida (que no igual) a nuestra crema catalana.
La Crème Brûlée es un poste muy cremoso que consiste en una especie de crema inglesa espolvoreada con azúcar moreno, cuyo fin es quemarlo y crear una fina y deliciosa capa de caramelo. Este
postre se sirve principalmente frío y la crema inglesa puede ser combinada de numerosas maneras: vainilla, fresas, frutos del bosque, naranja,...
Son varios los expertos que opinan según diferentes origenes de la Crème Brûlée así como que la crearon los británicos pero que la conocemos en su nombre en francés debido a su popularidad en
Francia; que en el siglo XVII un chef cansado de las peticiones de un pequeño Felipe de Orleans sobre sus natillas frías, colocó una plancha al rojo sobre la capa de azúcar y el contraste gustó
mucho; que incluso viene de nuestra crema catalana... En fin, una lectura gastronómica que indudablemente nos hará viajar.
Pero por suerte, aquí la tenemos para hacer y disfrutar....

Tiempo: medio
Dificultad: fácil
Precio: bajo
Utensilios:
6 cuencos de barro o cerámica
1 cazo mediano
Bandeja honda para horno
Batidora o varilla para batir
soplete o quemador eléctrico

INGREDIENTES PARA 6 PERSONAS:
500 ml de nata
90 gr de azúcar
4 yemas de huevo
1 vaina de vainilla
1 cucharada de azúcar moreno
12 fresas de verano
Celíacos: Al ser una receta sin ningún tipo de harina, únicamente hay que asegurarse que los productos no contengan trazas o estén contaminados de gluten.
- Empezamos calentando la nata en un cazo a fuego medio.
- Una vez caliente, le añadimos el interior de la vaina de vainilla y removemos.
- Tras 8-10 min a fuego medio, retiramos el cazo del fuego y dejamos templar.
- Por otro lado, batimos las yemas con el azúcar hasta que esté bien montado y quede cremoso.
- Añadimos la nata de una sola vez a las yemas batidas con azúcar y removemos hasta que quede un color homogéneo.
- Vertemos en los cuencos preparados, preferiblimente de barro o cerámica, y los llenamos 3/4 partes.
- Troceamos 6 fresas en trocitos triangulares y las dividimos entre los cuencos.
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Ponemos los cuencos dentro de una bandeja honda para horno, y le añadimos agua (1/3 de la altura
de la bandeja) para cocinar al baño María durante 40 minutos a 130ºC.
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Pasado los 40 minutos retiramos los cuencos y dejamos enfriar 2 horas en la
nevera.
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Por último cubrimos con una capa de azúcar moreno cada cuenco, y con el soplete o el
utensilio que utilicemos, doramos la parte de arriba.
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Decoramos con las fresas que nos sobran.

Et voilà! Listos para disfrutar uno de los postres más internacionales.
Deseamos que os guste nuestra primera receta en nuestro blog y que disfruteis siguiéndonos en innumerables recetas. Bon
appétit!
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